GRADUACIÓN

Ahora es el momento, porque ahora ya tengo todo lo que quiero.
Ha sido largo, duro, y no entro a calificar si bonito o feo, pero si gratificante.
He pasado por muchas ocasiones en las que he pensado que no podía, que he pensado que me había equivocado, que no era mi camino, pero siempre encontraba algo que me decía que estaba en lo correcto, que si lo había escogido así era por algo.
Hace 5 años que elegí hacer una carrera que en verdad suena apasionante, PERIODISMO, sólo nombrar esa palabra impone, suena grande, suena bien, es más que una carrera una forma de vida.
Hace 5 años que me entregué a este proyecto, me quise entregar a él por completo, era mi vida y yo iba a luchar por ella, nada me podía salir mal, porque yo no quería que nada me saliera mal.
Durante 5 años os imagináis todos los momentos que he podido pasar.
Primero fue el curso de la adaptación, del descontrol, pero también de las ganas y entusiasmo.
Segundo pudo ser uno de mis mejores cursos hablando académicamente, pero en lo personal pasé un bache el cual para recuperarme requerí de ayuda. Aún así empecé a trabajar, estaba ilusionada y empezaba a encontrar una luz que me guiara en mi camino.
Tercero fue de los peores años, a las asignaturas con un nombre innombrable, a los profesores que no me merecen calificativos, se unió la enfermedad y muerte de mi abuelo. Este fue mi punto de inflexión, ¿qué hacía estudiando esto?, no había avanzado nada, seguía sabiendo nada de todo y lo que menos me motivaba era dar asignaturas repetitivas que nadie entendía de que se trataba.
Pero llegó cuarto y apareció la luz, me empecé a motivar, tardé, pero lo hice. Personalmente fue uno de mis años, me lo pasé muy bien, disfruté mucho de todo, estaba encantada.
El otro punto de inflexión fue quinto, después de un cuarto estupendo quinto se presentaba con mi afán de querer “comerme el mundo”, pero llegó mi caída, ésta fue gorda. Ni motivación, ni ganas de estudiar, ni ganas de acabar, después de tanto tiempo me daba igual acabar o no. No me sentía bien en clase, ni con los compañeros, ni con las asignaturas. (SÓLO SE SALVÓ REDACCIÓN , OPINIÓN, CON CUYO PROFESOR APRENDÍ MUCHÍSIMO) Tardé en aceptar que después de un quinto sí puede haber un sexto, aunque no haya el curso como tal, tardé en asimilar que parte de mis sueños tendrían que esperar, tardé en aceptar que yo nunca firmé ante nadie que acabaría la carrera en cinco años. Tardé pero lo hice, y aquí estoy, sabiendo que tengo que estudiar para septiembre, es más sabiendo que me da igual aprobar o suspender, que me da igual hacer otro año, porque yo aquí ya he aprendido todo lo que esta etapa me podía enseñar.
A algunas de vosotras os he dicho alguna vez que un suspenso no es un fracaso, que es simplemente una señal de que tu manera de ver la asignatura no corresponde con la del profesor. Un fracaso no lo mide ni mucho menos un profesor, es más él ni siquiera mide si yo me sé algo o no me lo sé.
Jode suspender, pero en la vida se suspenden cosas más importantes que un examen.
Ahora puedo decir que mi carrera es simplemente un medio para conseguir un fin, antes no lo veía así, lo hacía como si fuera la cosa más importante de mi vida, cómo si me fuera a llevar a lo más alto, fui un poco ingenua ¿verdad? Ahora me da igual suspender o aprobar, puede sonar extremo o demasiado tajante, pero es la realidad, ahora ya sé lo que de verdad es importante para mí y lo que de verdad ha sido importante para mí durante estos cinco años.
Natalie con su original visión del mundo, fresca y abierta me ha hecho sentirme bien en cualquier momento, lugar y situación. Me ha dado apoyo, confianza y entusiasmo en todo lo que hacía, contigo me siento plenamente bien esté donde esté. Ojala yo te pueda ayudar siquiera la mitad de lo que tú has conseguido conmigo, es más; estoy segura de que ejercerás tu profesión con mucha elegancia como tiendes a hacer todo en la vida.
María, tú me has dado una fortaleza interior, una fortaleza que tenía, pero que estaba escondida, una fuerza que no tiene límites, cada día cuando pensaba en ti, un escalofrío me corría por mi piel y me daba una buena dosis de valentía para empezar mi día. Eres un ejemplo para muchas cosas pero sobre todo lo eres para ti misma, eso es lo más importante, haces las cosas porque te sientes bien contigo misma, no porque pretendas “enseñar” a los demás.
Marina, tú, con tu personalidad y carácter has evolucionado mucho en todos los aspectos de la vida, lo que demuestra una vez más que todos podemos cambiar, sólo hay que poner ganas y quererlo de verdad. Das la energía suficiente para demostrar que te puedes comer la vida cuando y cómo quieras, eres una gran persona y amiga, y con tus ganas y tu amor a la vida estate segura de que llegarás muy lejos, sólo tienes que dejarte llevar y querer lo que haces.
Esto os lo digo porque para mí hay tres cosas que al cabo de los años me he dado cuenta que han sido las importantes para mí, mi felicidad, mi familia y vosotras.
Cuando fui a la graduación el pasado sábado 28 de Junio, algo me faltaba, y algo muy valioso, lo primero eran mis padres (de viaje en Siria y Jordania) y otro vosotras, sin vosotras estaba totalmente vacía y desnuda. Menos mal que vino mi querido hermano conmigo, y con una amiga de esas que sólo mi hermano tiene, porque fíjate que son maj@s tod@s los amig@s de mi hermano.
En fin, que no quise saber más, cuando me dieron la beca fui hacia el mejor profesor que había tenido, probablemente nunca se acuerde de mí, pero para la presente ha sido el único profesor en 5 años que me ha demostrado que esto tiene un sentido, y que haga lo que haga lo importante es saber lo que hago.
Para mí acabó la graduación en el mismo momento que me daban la beca, sentía que tenía que tenía que volver, y agradecer y pasar esa noche con quien de verdad me han apoyado, con esas personas que ante momentos malos de mi carrera han sabido levantarme y no se han dedicado (como otras compañeras de clase) a decirme jdoer que putada.
Escribo esto para aclarar que yo no tenía nada que celebrar con los de la uni, que me da exactamente igual no volverlos a ver, porque tengo gente magnífica a mi lado que ha sabido comprenderme, entenderme y apoyarme en cada paso de mi vida.

Es más, todavía no soy licencia, pero para mí he conseguido el más grande de los aprobados en mi vida, porque he conseguido saber y disfrutar de la esencia de la felicidad, he sabido entender y entenderme con mi familia, y he sabido cultivar amistades de esas que son dignas de dedicar unos minutos para escribir unas palabras.
Todas y cada una de vosotras me habéis ayudado de alguna u otra manera a recorrer mi camino, nunca, me he sentido sola por mucho tiempo en mi mundo que pasara, sabía que os tenía, es más os sentía.
Lo único que me importa ahora mismo, es disfrutar de la vida, que apuesto que no debe ser muy larga, sentirme bien conmigo, ser plenamente feliz, en definitiva vivir, y vivir acompañada de personas que nada más que aparecieron en mi vida lo único que han hecho es enseñarme y alumbrarme en múltiples ocasiones.
Pero, ¿por qué escribir ahora si “mi camino” no ha terminado?
Muy sencillo, porque yo lo siento así, para mí he llegado hasta el final, salí de mi último examen con lágrimas en los ojos, sabiendo que en realidad no era el último pero si una meta, una meta que yo me había planteado, llegar y hacerlo con la seguridad de que en cada momento de mi vida había dado todo de mi, había exprimido y aprovechado cada una de mis cualidades para demostrarme que yo podía, y sí también he suspendido pero es que este año tenía cosas más imporatntes que hacer, y por eso me siento totalmente realizada.
Como estuve el otro día hablando con Almu, parece que hayq gente que sólo le preocupa aprobar,a cabar la carrera, sin darse cuenta de que tienen su vida echa un caos, que en verdad son infelices...que pena!, verdad ¿Almu?, vamos prefiero ser feliz que tener un título...
He soñado muchas veces con cambiar mi vida, sin darme cuenta de que podía hacerlo sin cruzar el océano, sin dejar todo detrás de mí.
Tal vez soy demasiado reflexiva, simplemente su hubiera sido un poco impulsiva habría tenido más y mejores motivaciones, pero no lo he sido, y tampoco lo voy a ser ahora de manera drástica, pero si puedo empezar a cumplir mis deseos. Y eso haré, pero todavía necesito afianzar mis estudios, pero ese será otro tema que vendrá más adelante.
Para lo único que sirve esto es para dejar constancia que vosotras sois una parte fundamental de lo que ya se ha convertido en un gran triunfo, dejar constancia de que yo os he tenido y os tendré en cuenta en cada paso que de en mi vida.

Sé que nos queda mucho por vivir y espero que sepamos hacerlo al máximo.
Mi jefe (un grandísimo periodista ya muy consagrado en este mundo) me dijo el otro día algo que nos viene al pelo.
“La felicidad es simplemente lo normal de la vida”
Vivir como si eso fuera cierto, porque la felicidad no es un estado de ánimo, es una forma de vida, y tiene que ser como si fuera lo más normal del mundo.
Os deseo todo lo mejor en la vida, y que siempre me acompañéis en la mía.
Un beso enorme.