¿el vaso?, medio lleno...siempre, un año más

Un año más…ya son 23…y que esto siga fluyendo…
Todos los años desde que tengo uso de razón cada noche del 23 al 24 de Julio me tumbo con mi madre en su cama y me cuenta como fui aquel martes 24 de Julio de 1985 que llegué al mundo.
Me lo sé de memoria, pero ella siempre es capaz de contarlo como si tuviese algo nuevo que decirme.
Ella estaba estudiando para las oposiciones de maestra, se levantó y vio que había roto aguas. Mi madre nunca quiso saber el sexo de ninguno de nosotros hasta que no nos tenía en brazos. Por eso tanto mi hermano como yo en los primeros días de vida llevamos ropa blanca y amarilla. Ella deseaba una niña porque se quedó sin madre joven y solo tuvo un hermano. Mi padre esperaba en la sala de espera del hospital Gómez Ulla, ya que como era sargento por aquel entonces pues el Gómez Ulla era el hospital de los militares. Cuando llegó la auxiliar a darle la noticia mi padre dijo “ya lo sé ha sido una niña y seguro que se llamará María”, y es que los gritos de alegría de mi madre lo decían todo. Que me iba a llamar María era lo más lógico, como mi abuela, como su madre, esa abuela que a pesar de no haberla conocido la tengo siempre presente por haberme dado lo más bonito de mi vida: mi madre.
A los dos días me bautizaron porque mi madre estaba muy malita con un cáncer de mama y ella lo quería vivir, a mi bautizo no fue nadie, solo mis padres y mis padrinos. Pero el destino, Dios quiso que mi madre me acompañara en la vida y me diera siempre las fuerzas que ella cada día demuestra tener.

Hoy es un día como otro cualquiera, a las 6 AM ha sonado mi despertador, como todas las mañanas me he levantado con el ánimo que se tiene cuando te gusta lo que haces, cuando estas a gusto con tu vida. Das gracias por poderte levantar, por poder ver amanecer, por poder ir a un trabajo que te llena de ilusiones, por poder dar las gracias por un nuevo día, y por que no, por un nuevo año.
Esta mañana cuando he ido al baño, me he encontrado un cártel que ponía “FELICIDADES”, había una cara sonriente, es de mi hermano, que majo tener gente así a tu lado.

Y es que mis 22 años han sido insuperables.

En el ámbito laboral/profesional lo tengo casi todo, a pesar de tener que estudiar para septiembre y de tener que hacer otro cuatrimestre, tengo un trabajo magnífico y rodeada de grandes periodistas, y bueno hay que decir que al menos no estoy de becaria…punto a mi favor…

En cuanto a lo personal tengo todo lo que una persona puede pedir, familia unida, amig@s inigualables. Y es que este año me he alejado de todo lo que me da mal rollo, he pasado de la gente pesimista, he pasado de esa gente desagradecida que entra a un examen diciendo “no me lo sé”, “voy a suspender”, he pasado de esa gente que ante un problema siempre piensa que le va a ir mal, he pasado, me he alejado, me he tapado los oídos, porque para miserias ya leo los periódicos todos los días y ya lloro un rato por aquellos que ni tienen fuerzas para hacerlo.

Me he rodeado de gente positiva, realista, con ganas de comerse el mundo, de gente que sabe ver que hay otro color, que no es blanco o negro, de gente que sabe que la vida y las cosas te salen como tu quieres que te salgan, porque al fin y al cabo nosotros somos los guionistas de nuestra peli.

Mis chicas un año más no podían falta, Marina, María, Natalie, Beita, Almu, Cris, Moni, Tam… si la vida estuviera llena de gente como vosotras…más de uno vería que desperdicio de vida han hecho al ser tan pesimistas. Tampoco me puedo olvidar de Pao (que siempre será especial por ser como es, aunque seamos tan distintas) y Edurne (que siempre nos unirá eso tan bonito que vivimos). Tengo también que mencionar a Paula, que a pesar de no compartir tantos momentos juntas, sigues estando en mí por siempre.
Y como olvidarme de esas dos personas con las que he saboreado el dulce placer de hacer las cosas porque sí, porque apetecen, y porque queremos, esas personas que me han enseñado a no planificar ciertos aspectos de mi vida, que me han enseñado que el riesgo (con cabeza) trae muchas satisfacciones, son mis dos chicos, Juanmi y Jesus.

Simplemente decir que estoy agradecida por todo ello, que me siento satisfecha con lo hecho en mi vida, que agradezco todos los días todo esto que me está pasando, que el mejor invento del mundo es la vida misma, y que me horroriza ver que hay gente desagradecida, que miran sus problemas como el fin del mundo y que son esclavos de su propia vida y sus propias rutinas. Porque si bien es cierto que por desgracia la esclavitud ha existido y sigue existiendo aquí en pleno siglo XXI en un país primer mundista hay gente que es esclava, y esa gente no es libre, son esclavos de su pareja, de su trabajo, de sus estudios, de sus rutinas…

Y ahora escribiendo esto y volviéndolo a leer me doy cuenta de que yo también soy esclava…esclava de mi vida, que me encanta y que adoro, nadie está libre de pecado...pero qué bonito ser esclava de lo que más te llena ¿verdad?....(ahí queda eso...)

GRACIAS POR FORMAR PARTE DE ELLA.